* Libreta de entrenamientos: Shirayuki Mizore.

* Entrenamiento físico: I

¡Mizore entra en acción!






Bien, será hora de entrenar... le pediré ayuda a mi padre para entrenar con un poco de ayuda, salí de mi habitación hacia la sala la cual se encontraba mi padre dormido y obviamente roncando. Otra vez... Bien, es hora de entrenar. Me llamo Mizore Shirayuki, hija menor, tengo un hermano llamado Kaname Shirayuki , tal vez no nos llevamos tan bien como debería, bien... Desperté a mi padre con un golpe en su frente algo fuerte, pero no tanto para el, por desgracia el tomo mi mano y la apretó un poco. No había notado que se había despertado pero no interesa, me solté con un movimiento; mi padre se levanto de torso quedando sentado y a la vez viéndome a los ojos, tan solo yo veía su frente y mirandolo con una cara tal vez fría o normal, sin ningún sentimiento puro, pues, ¿Qué quieres, Mizore? de manera que respondí: ¿No crees que es hora de entrenar? Entendió a lo que me refería, quería que me ayudara a entrenar... así que se levanto y tomo su chaqueta junto con la mía la cual lanzo a mi rostro de manera que esta cayó en mi cabeza cubriéndome toda la parte superior. Me la arrebate de la cabeza de forma que me la coloque e igual mi padre que ya me esperaba fuera de la casa.
Salimos de la casa a quien sabe donde, mi padre caminaba enfrente mio y obviamente yo atrás solo me fijaba en el cielo y escuchaba los pasos de mi padre para ir en la dirección. Llegamos a un lugar que creo que perfectamente era obvio que ahí iba a entrenar... baje la cabeza deteniéndome atrás de mi padre. Primero tendrás que calentar, empieza a trotar por todo el lugar hasta que te llame. Asentí a lo que dijo y de manera que empece a trotar por todo el campo, mi padre se sentó y cerro los ojos creo que había empezado a meditar, volví a mi trote viendo el suelo.
Trote casi 15 minutos, estaba cansada. Había dado mas de 12 vueltas, continuaba trotando mi cuerpo se sentía cansado y pesado a la vez, mi padre se levantó, de manera que fui hacia el, pero caminando. Tomando aire mi padre empezó a darme instrucciones, señalo un árbol que estaba cerca de nosotros y dijo: Bien, Mizore... yo solo seré como un maestro cualquiera, empieza a darle patadas y después golpes a aquel árbol hasta que diga. Tragué saliva y camine hacia aquel árbol, de forma que empece a darle patadas continuas. Una que otra iba mas fuerte, y otras mas débiles. El sol empezaba a meterse, me preocupe un poco ya que se enfriaría un poco mas, y obviamente sería mas difícil con el frió. Esas patadas causaban un impacto hacia mis piernas, las cuales empezaron a rasparse y a emerger poca sangre de las raspaduras, dolía un poco pero esta es la base de mis entrenamientos, un ninja sin su estado de forma bueno, no es un ninja ya que necesitamos agilidad mental y fuerza bruta... La corteza del tronco empezó a romperse, estaba agotada. No aguante mas y deje de dar patadas me incline y apoyando mis manos en mis rodillas empecé a respirar forzado. Mi padre noto esto pero no le dio importancia igual seguía meditando.
Me tumbe en el suelo, mientras veía el cielo como oscurecía, tenía la respiración agitada cerré los ojos por cinco segundos y los abrí nuevamente, inhale profundamente y me levante de torso quedando sentada en el suelo mientras veía las heridas que tenían mis piernas, suspire, no puede ser que un tonto árbol me haya causado esto pero bueno... me volví a tirar en el suelo esperando a que mi cuerpo rindiera para terminar esto... cerré los ojos pensando en mi futuro, como sería y eso. Mi padre se dio cuenta y se levanto, comenzó a caminar por todo el lugar creo que inspeccionando o buscando algo. No se tal vez querría dejarme sola, cosas de él.
Pasaron 30 minutos, mi padre me observaba de un árbol, me levante de torso aun con los ojos cerrados, mis piernas me dolían de tantos golpes que dí, pero tenía que terminar el reto. Sin mas que hacer, me coloque en cuclillas y empezando a hacer sentadillas, una tras otra para calentar mi cuerpo nuevamente. Tras estar un tiempo variado haciendo sentadillas comencé a trotar alrededor del lugar nuevamente, ya me aburría de hacer eso y me coloque frente al árbol nuevamente.
Empece a golpear el árbol continuamente con ambas manos, la corteza de aquel tronco empezaba a romperse mas de lo que estaba, mientras golpeaba el árbol, por la agitación del árbol de una rama cayó un pedazo de nieve que cayo en mi cabeza, yo quedando "asqueada", coloque una cara hiper rara, empece a moverme a todos lados, tal ves en circulos diciendo: ¡QUITENMELA!, ¡QUITENMELAAAAAAAAAAAA!, Al seguir moviendome el pedazo de nieve cayo al suelo donde me le quede mirando... que estúpida fui solo era un pedazo de nieve que cayo en mi cabeza, apenada por lo echo me senté en el suelo como niña rebelde, cruzando las piernas y los brazos a la vez mirando el suelo. Pasado el tiempo, el sol se había metido por completo, volví a levantarme y me coloque enfrente a el árbol cosa que después de eso empece nuevamente a darle golpes al árbol.
Las astillas que saltaban del árbol me golpeaban las manos mucho mas, empezó a brotar sangre de mis nudillos. Mi padre vio como la sangre corría sobre mis manos, creo que tenía las manos demasiado suaves para seguir haciendolo, pero no me importaba y seguía haciéndolo, se levanto y camino hacia mi colocando sus manos enfrente de las mias bloqueando los golpes hacia el árbol, se noto en el árbol un hueco profundo a lo que mi padre se sorprendió. Es suficiente, lo has logrado. Suspire y me tire al suelo, mi padre se sentó enfrente mio y al verme las heridas trato de evitar seguir viendo esas heridas. Mi padre para cambiar el tema empezó a hablarme sobre mi próximo entrenamiento.